Propio 21A (Español)

En nombre del Padre, y del hijo, y del espíritu Santo. Amen. 

Buenos Dias, y muchas gracias a todos por permitirme hablar con ustedes esta mañana en su iglesia tan hermosa. Desde el Marzo, es la primera vez en que estaba DENTRO de una iglesia. Gracias tambien, por Zoom y feisbuk, pero no es lo mismo. 

Me mové desde New York hasta Boston por la escuela graduada en dos mil uno. En esos dias, (No me parece TANTO tiempo, pero mis compañeros de clase que tienen viente y pico años me aseguran que SÍ, hace MUCHO TIEMPO.) Pues, en aquellos dias remotas, habia en Boston un proyecto de construcción que se llama “la gran excavación” o rima en Ingles: “The Big Dig.” Estaba moviendo muchas carreteras a traves de la ciudad, para apoyar al trafico del area. O sea, el gobierno nos dijo esto mientras nosotros nos perdíamos, y nos perdíamos, y nos perdíamos de nuevo, tratando de llegar en un lugar bien conocido. Pues asi, como en manejando, y en la vida muchas acciones se ponen automáticos. En my cuerpo, yo sé exactamente la distancia hasta la salida próxima. No tengo que pensar, es la salida a la derecha o izquierda? No tengo que pensar en nado, solo en manejar. Excepto por “La Gran Excavación” Y de repente, la salida que estuvo a la derecha la semana pasada, ahora está a la izquierda. Y había un día cuando me perdía por una hora siguiendo las señales mal ubicados de “desvío.” Una hora dando la vuelta de dos millas. (Es POSIBLE que Mis compañeros de clase tienen razón, porque claro que no tenían ni GPS, ni teléfono inteligente… ni teléfono de cualquier tipo  en mi carro!) Cuando cambia la panorama de repente, es muy difícil cambiar nuestra conducta. Especialmente, es difícil cambiar nuestra conducta cuando la está automática, y cuando estamos repitiendo el mismo modelo muchas veces, aunque no es más importante que donde está la salida!

Pueeees, el cambio es difícil. Cada de nuestras lecturas de hoy, nos dirige a este clase de cambio difícil: cambiar de parecer, cambiar de actitud, cambiar de corazón y de espíritu. Y los más difícil es hacer este cambio porque estamos equivocados.

En la lectura de Ezequiel, el profeta nos dice: “si el malvado se aparta de su maldad y hace lo que es recto y justo, salvará su vida” Y está bien, naturalmente. Sea mejor hacer lo que es recto y justo. Sea mejor apartarse de maldad. Pero, los malvados no piensan en si mismos COMO malvados. Cuando estamos haciendo mal, nos engañamos para creer que cualquier cosa hacemos, es recto y justo. Para que nos apartamos de nuestra maldad, PRIMERO, tenemos que darnos cuenta de que ES la maldad! Y es necesario después confesar, aunque solo a nosotros mismos: “Sí, era maldad.” Y cuando hemos visto nuestras acciones desde una perspectiva, escuchen el Señor, quien nos dice: “Apártense del mal y vivirán.”

En el evangelio esta semana, Jesús entre en el templo y enseña. Esta entrada cambió la panorama. Jesús sacudió los hábitos, pensamientos, y conductos acostumbrados. Y los jefes de los sacerdotes y los ancianos no sabían que hacer. No se pone jefe de sacerdote o (mejor) anciano en un día. Hay muchos años de formación, de moldeando, de escuchando, de estudiando. Jesús está dándoles miedo. Quieren retirarles. Retirarles en sus acciones automáticas, sus sendas conocidas. Sus direccionales están illuminados y están mirando a la derecha por la salida que ahora, está a la izquierda.  Jesus lo ve. Él sabe que ellos tienen unas preguntas muy educadas.  “‘¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te dio esta autoridad?’” Ellos quieren que Jesús contesta con algo de la escritura, o dice algo, cualquier cosa con que ellos podrían razonar, discutir, o mejor pelear. Es important acordarnos de esto porque:  jefes!! Ancianos! Ellos saben la escritura sagrada! Tan pronto como Jesús cita una fragmento de la escritura, ellos tendrían cinco mas para refutar. Y esto, tambien, ve Jesús. El no quiere un debate intelectual. Un poquito mas lejos en el evangelio in una escena en el mismo día, Jesús nos da estas palabras maravillosas: In just one chapter further in Matthew, on the very same day as today’s scene, Jesus will give us the words we still use to begin the Rite 1 Eucharist service: ‘ “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.’ Este es el más important y  el primero de los mandamientos. Y el segundo es parecido a éste; dice: ‘Ama a to prójimo como a ti mismo.’ Estos dos mandamientos son la base de toda la ley y de las enseñanzas de los profetas.” Los jefes y los ancianos conocen la escritura sagrada, y sí, entienden. Pero la entendimiento de Jesús no está radicado en entendimiento de la ley, sino está radicado en un entendimiento del corazón de la ley. Y él sabe tambien que los jefes y ancianos HAN OIDO el corazón de la le, pero “no cambiaron de actitud para creerle.”

Pues, otra vez: cambiar de actitud, de parecer, de corazón, de espíritu… es DIFÍCIL!

Voy a hablar sobre la parábola de hoy. Este hijo primero, el hijo sobre que Jesús y los jefes de los sacerdotes y los ancianos están de acuerdo de que él tiene razón, este hijo empezó mal. Primero, El hijo le contestó [a su padre]: “¡No quiero ir!” Pero después cambió de parecer, y fue. Y asi es muchas veces con los jovenes, eh? “No quiero hacer esto!” y más tarde, eh, “está bien me voy, yo lo hago…” Han visto ustedes esto? Y cuando un joven empieza a hacer lo malo, pero cambia… va a quejarse un poco. En este caso, ellos van a hacer lo bueno, pero sus sentimientos se quedan atrás.  Y, para me, reconociendo los sentimientos es importante en el cambio. Es necessario hacer lo bueno cuando lo vemos. No es tan necessario que hacerlo nos gusta. Si vemos que una acción es malo, nos dice esta parábola, es un imperativo ético, un imperativo moral mirarlo, aprender, cambiar, y hacer lo bueno. Sin embargo, no es necessario disfrutar. Cuando me doy a mi mismo el permiso y la libertad de no disfrutar este sensación, me pone más tranquila. El cambio es difícil, y a me, se pone un poquito menos difícil decir a mi mismo: “Pues, tú tienes razón y yo no. A mi NO me gusta ni un  poquitín. Sin embargo, es la verdad, y tengo que cambiar, y actuar diferente.” Solo cuando me dí este permiso, fue ENTONCES aprendí a estar equivocada… y aprender más. En las palabras del profeta, ““Apártense del mal y vivirán.””

Vamos a tomar un ratito con esta idea. Hay una pregunta en sus vidas, una pregunta importante? Voy a aceptar este trabajo? Voy a jubilarme?  Voy a votar por esta iniciativa electoral? Piensen en sus preguntas, y en sus respuestas. No voy a aceptar este trabajo. Sí voy a jubilarme. Sí voy a votar por esta inciativa electoral. Siguiente, imaginen que alguien les da evidencia irrefutable que indican que no tienen ustedes razón. Tienen otro decisión. Okay, recuerden los dos mandamientos: Ama a Dios, Ama a los prójimos. ¿Cual decisión mejor sirve estos mandamientos? Evocando estos dos mandamientos sirve come filtro: rescatando lo bueno y sacando lo malo. Y si lo que permanezca en el filtro es diferente de antes, antes de la evidencia y antes del filtro? Tienen que cambiar. Un cambio de parecer, de actitud, de corazón, de espíritu. 

Pues, tambien, está bien tener sentimientos negativos. “Pero, quería este trabajo!” “Pero, quien va a ser en jubilación?” “Pero, siempre he votado asi!” Los sentimientos son normales, y son consecuencias naturales de cambiar una ruta. Y aquí, podemos mirar, brevemente, a san Pablo.  And here we turn briefly to Paul: “No hagan nada por rivalidad o por orgullo” (Porqué quería este trabajo? Despues del jubilo, van a ser las mismas personas—la identidad viene de Dios, no de sus éxitos). “Ninguno busque únicamente su propio bien, sino también el bien de los otros.” (Sirve la iniciativa electoral el bien de los otros?). “Tengan unos con otros la manera de pensar propia de quien está unido a Cristo Jesús,” y pide, tambien, la ayuda de Jesús, en cambiar, como decimos en nuestro compromiso bautismal: no prometemos a hacer lo bueno solos, sino, prometemos: “Así lo haré, con el auxilio de Dios.”

Texts for September 27, 2020

Ezequiel 18: 1 – 4, 25 – 32;

Salmos 62:1-9;


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